También llamado “Aliento de Dragón”. Nosotros y todo lo que nos rodea tiene un Chi, que es una energía que fluye por todo nuestro cuerpo. Las cosas, los animales, la gente tiene un chi. Quizás nos ha pasado que cuando ingresamos a un lugar, percibimos cierto tipo de ambiente.
El Feng Shui en este caso se encarga de ver cómo el Chi recorre nuestra casa a través de los dormitorios, cuartos, pasillos, puertas, ventanas. Se dice que si el Chi fluye en forma libre, las personas serían positivas y disfrutarán de una vida íntegra Si el Chi se estanca brotarían problemas en la vida cotidiana o en las metas y proyectos de quienes habitan en esa casa. Hay dos Chi, el Sheng Chi que es el Chi que alimenta y el Sha Chi que es el Chi que debilita o destruye.
El entorno de donde habitamos es muy importante y debemos tomarlo en cuenta, por ejemplo, no es recomendable ser vecinos de personas que pelean continuamente, son conflictivos, tampoco es recomendable vivir cerca de un cementerio, comisaría, matadero, burdel.
Para mantener un buen Chi es recomendable vivir en una casa frente a un parque, jardín infantil, bibliotecas, centros de crecimiento personal.
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